Elegir el tipo de calefacción más eficiente y con menor consumo es un reto. En estas semanas en las que el frío se intensifica, es el momento de no postergar la decisión.
La realidad es que no todo depende de las elecciones personales. A veces hay que sujetarse a las normas del edificio o comunidad.
Sin embargo, siempre existen distintas posibilidades a tu alcance. Aunque este tema da mucho de sí, procuraremos resumir los principales argumentos a favor y en contra de cada sistema de calefacción.
Pros y contras de cada tipo de calefacción
- La chimenea. El clásico y nunca pasado de moda fuego que se alimenta a base de leña. Sí, es muy acogedor. Pero hay que reconocer que no es el más práctico. ¿Qué decir sobre los costos que conlleva? Se estima que su consumo es el de 1kg de leña cada hora. Claro, cada madera tiene una combustión diferente. Y, más allá de la chimenea en sí, hay que asegurarse de que exista la instalación apropiada para la evacuación de humos.
- Aparatos de aire acondicionado con bomba de calor. Su alimentación es eléctrica, por lo que su coste no es el menor. Pero hay que destacar que su actuación es instantánea. Son recomendables en zonas de climas templados con frío moderado. Para optimización energética, es aconsejable la instalación de equipos de aire tipo inverter con calificación energética A.
- Calefacción por gas. Tomando como punto de partida la caldera, el sistema produce una energía que calienta el agua y la lleva hacia todos los radiadores de la casa. Por un lado, el gas requiere costes menores a la electricidad. Pero, por otro lado, hay que reconocer que parte de la energía se pierde en la estructura del edificio sin llegar a calentar. Si nos centramos en su consumo, está reconocido como uno de los sistemas de calefacción que menos recursos requiere.
- Estufas de pellets. Cada vez cuenta con más adeptos debido a que es una energía 100% limpia ya que no tiene emisiones de CO2. Como contra, cabe destacar que se necesita disponer de un sistema de evacuación de humos, igual que la chimenea tradicional. No obstante, los pellets que alimentan la combustión son económicos (alrededor de 4 euros por saco).
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